En esta entrada trataremos brevemente las opciones que tienen las empresas para hacer frente a las amenazas que padecen las marcas (grandes y no tan grandes) en el mundo digital.
En el contexto actual de crisis, las amenazas tecnológicas que tienen su origen en internet son muchas y variadas. Los nombres de dominio, como activo de propiedad industrial, atraen todo tipo de ataques: además de las habituales campañas de phishing, podemos encontrarnos con la venta online de productos falsificados, estafadores que suplantan nuestra identidad o registro de dominios muy parecidos al nuestro con fines ilícitos, entre otros muchos problemas.
El peligro para las empresas es evidente: desde perder ventas hasta arruinar la reputación de nuestra marca, pasando por el riesgo de ver nuestros equipos informáticos infectados por virus o malware. En este sentido, en los últimos años ha surgido una metodología conocida como monitorización de marca online.
A grandes rasgos, este conjunto de técnicas para luchar contra el fraude online consiste en supervisar la red para detectar de forma prematura las ocupaciones indebidas de nombres de dominio y otros posibles problemas relacionados con la presencia de una marca en internet.
Cómo monitorizar una marca en internet
Para empezar, un sistema de monitorización fiable debe controlar el uso de los nombres de dominio obteniendo datos de todos los registros de zona oficiales de cada país. Comprobará, pues,las bases de datos de cada una de las autoridades de asignación de nombres de dominio de internet, además de utilizar las estadísticas de tráfico.
Sin embargo, el estudio no puede limitarse a los ilícitos con un nombre literal, sino que también debe analizar todas las variantes posibles de un misma marca. Esto implica monitorizar las infracciones relacionadas tanto con la denominación idéntica como con las denominaciones similares (por ejemplo, los dominios escritos con faltas de ortografía o con caracteres de otros alfabetos). En la grabación del webinar sobre protección de marca online organizado por Nominalia, encontrarás ejemplos y detalles al respecto.
Así pues, el resultado de este análisis será una lista de nombres de dominio ilícitos registrados bajo diferentes extensiones, en diferentes países y con diversas variantes de una marca: variedades que incluyen la marca literal, marca + sufijo, marca + prefijo y otros.
En paralelo, conviene vigilar el uso que se hace de nuestro nombre en internet. Para ello, investigaremos tres pilares:
- Monitorización de contenidos: Se trata de estar pendiente de los dominios ocupados pero «inofensivos», o sea, las páginas que utilizan nuestro nombre pero que no tienen contenido o cuyo contenido no es lo bastante gravoso como para adoptar medidas. Igualmente, hay que vigilar cualquier dominio bloqueado previamente por fines ilícitos, para confirmar que no vuelva a activarse.
- Monitorización de Whois: Vigilar los cambios de DNS o de datos administrativos en la base de datos Whois es importante para detectar un ciberataque de manera temprana.
- Monitorización de DNS: Esto es importante en el caso de los dominios que no hemos querido impugnar, pero que queremos controlar para prevenir problemas (algunos de los registros, como el MX —vinculado a los servidores de correo—, pueden indicar que se está preparando una campaña de phishing).
Asimismo, para saber qué dominios están disponibles y cuáles están ocupados, es interesante llevar a cabo una auditoría de nombres de dominio, que también nos permite averiguar cuáles son los requisitos para obtener esos nombres y qué nuevas extensiones sería recomendable adquirir.
Soluciones para proteger tu marca en internet
Si el objetivo de monitorizar la presencia de una marca en internet es prever y detectar ataques, el siguiente paso es filtrar toda la información y decidir qué acciones es necesario emprender.
Cuando el contenido no es gravoso, lo mejor es entablar negociaciones para acordar la transacción. En cambio, cuando es ilegal, hay que buscar un modo de conseguir que deje de estar activo inmediatamente.
El método más sencillo para desactivar una página es localizar al infractor (mediante el Whois) y a los agentes implicados (buscando el registrador, el DNS y el proveedor del servicio de internet) y avisarles de que deben cesar de inmediato.
En caso de que esto no funcione, se pueden emprender acciones legales o requerimientos, aunque, si investigamos las cláusulas del acuerdo del proveedor de internet o de DNS, es posible que el propio agente desactive el contenido.
Otras vías legales de impugnación son los procedimientos de arbitraje como la Política de Resolución de Disputas de Nombres de Dominio Uniformes (UDRP) o el Sistema Uniforme de Suspensión Rápida (SUSR). Sin embargo, estos son más lentos y difíciles que los anteriores.
Si necesitas ayuda para sistematizar todas estas tareas, Ubilibet pone a tu disposición su equipo de expertos y plataforma especializada de protección de marca online y servicio de asesoría jurídica.