El nombre de tu proyecto es un factor esencial que afectará directamente a su posicionamiento. Hoy compartimos algunos tips para elegir un nombre de marca basados en años de experiencia ayudando a cientos de empresas a proteger sus marcas.
Abrir tu propia empresa o lanzar una nueva línea de productos o servicios es emocionante, pero también complejo: además de contar con un equipo y un catálogo de calidad, y preparar un plan de marketing robusto, es necesario acertar con la construcción de la marca.
Para ello, elegir un buen nombre desde el minuto cero es tan importante como escoger los colores o el diseño gráfico. Desafortunadamente, no existe ningún compendio de reglas «mágicas» sobre cómo crear un nombre de marca potente. En Ubilibet, sin embargo, hemos ido tomando nota de algunos puntos clave mientras ayudábamos a centenares de negocios a sondear y proteger sus marcas. Sigue leyendo para averiguar los detalles.
1. Poned en común todas las ideas sin filtro
Antes de empezar, es fundamental conocer al cliente y entender su visión y sus valores. Con esto en mente, reúne al equipo y dejad volar la imaginación en torno a palabras y expresiones que describan vuestro sector, productos o servicios, competidores, valores y ventajas o beneficios.
Durante la lluvia de ideas, conviene no censurarse y explorar tantas ideas como surjan: podéis generar nombres a partir de dos palabras (Movistar: móvil + star), empezar con una raíz común y añadirle partículas para generar algo nuevo (Vueling) o describir un aspecto clave de forma conceptual (Exoticca).
Puedes echar mano a nombres o instituciones de la tradición popular (Olympus) o a palabras de otros idiomas, incluidos el latín y el griego antiguo, según la asociación que quieras conseguir (J’Adore).
Recuerda: Los nombres se crean para lo que queremos ser, no necesariamente para lo que somos.
2. No te encasilles
Un error habitual entre las empresas emergentes es encasillarse escogiendo un nombre demasiado restrictivo o literal. Es mejor optar por uno que:
- Siga siendo válido cuando el proyecto crezca.
- Resulte atractivo para un perfil amplio de clientes potenciales (gente de diferentes edades, orígenes y profesiones).
- Sea viable en otros idiomas: si tienes intención de internacionalizar tu marca, vale la pena que una agencia de traducción te ayude a evaluar cómo suena tu nombre en otros países.
Recuerda: Aunque la decisión final corresponda a una sola persona, es importante testearla entre un grupo representativo.
3. Busca un nombre elocuente y breve
El nombre elegido debe ser pertinente para la actividad del proyecto. Esto no significa que la denominación deba ser puramente descriptiva, ya que la vinculación puede lograrse por asociación.
Sin embargo, tampoco puede ser tan amplia que no signifique nada: aunque el nombre no describa directamente lo que hace tu empresa, debe evocar o transmitir alguno de vuestros valores o rasgos característicos.
Por ejemplo, un nombre como Intereses Comerciales Consolidados no solo da una imagen aburrida, sino que comete otro de los pecados capitales de los nombres de marca: es largo. Compáralo con Consensus.
Recuerda: Tu denominación solo debería estar formada por palabras. Si contiene algún número, es probable que la gente no sepa cómo escribirlo (con cifras o con letras). Los guiones y las siglas también pueden ser contraproducentes, sobre todo en Internet, porque es probable que los usuarios no usen el guion o escriban el acrónimo mal y acaben en otra página.
4. Haz una auditoría legal
Uno de los mejores consejos para crear un nombre de marca es no «enamorarse» hasta comprobar que esté disponible y haberlo registrarlo legalmente.
Muchas veces, se dedica un gran número de horas a elegir el nombre de un proyecto, para después descubrir que otros ya lo están usando. El mundo está tan lleno de marcas registradas, que es importante adoptar medidas preventivas.
Cambiar una denominación después de haberla implementado no solo causa confusión entre los clientes, sino que es caro: un rebranding puede llegar al 10-20 % del presupuesto anual de marketing.
Recuerda: Hoy en día,registrar tu marca es una buena práctica básica. Con el aumento de las falsificaciones y las ciberamenazas, incluidos el brandjacking y el typosquatting, proteger a tu empresa y a tus clientes es más importante que nunca.
5. Estudia el contexto digital
Dentro de la estrategia de branding y marketing digital, el dominio de Internet y la extensión también desempeñan una función destacada.
¿Puedes registrar fácilmente el dominio ideal de la marca que te interesa? ¿Y encontrar nombres de usuario atractivos en las redes sociales? ¿Hay alguna página web dudosa con un nombre parecido que pueda hacer que los clientes despistados caigan en contenido inapropiado o en manos de timadores?
Actualmente, considerar el contexto online es casi tan importante como verificar la disponibilidad legal de una marca. No hace falta que tu nombre exacto esté disponible —alguna variación relevante puede servir—, pero conviene comprobar que no compites con negocios turbios ni colosos comerciales.
Recuerda: Si tu nombre de marca preferido no está disponible, no te rindas inmediatamente. O bien puedes optar por una extensión nueva, tipo .online o .barcelona, o bien puedes contratar a algún mediador profesional para negociar la transferencia.
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Con el informe de auditoría de Ubilibet, sabrás si tu marca está disponible y en qué extensiones de dominio está libre y ocupada. También te informaremos sobre los requisitos para registrar cada una de las extensiones y te indicaremos quién es el titular de los dominios ocupados para que, si te interesas, puedas negociar la compra.