Mientras la economía mundial sigue sintiendo los efectos de la pandemia y las guerras, la industria de los dominios está en plena alza. Hoy, quizá más que nunca, los nombres de dominio son un activo trascendental para las empresas de todos los tamaños.
Yorkshire es un condado histórico del norte de Inglaterra conocido por sus bellos paisajes y sus teterías. Sorprendentemente, tras el colapso de la oficina regional de turismo, el mes pasado salió a subasta el nombre de dominio Yorkshire.com.
Después de descubrirse una brecha de financiación de 1,4 millones de libras esterlinas debido a la covid-19, la conclusión fue la liquidación del organismo de turismo Welcome to Yorkshire mediante la subasta de sus activos, incluidos más de 160 nombres de dominio propiedad de la junta: Visityorkshirecoast.com, Yorkshire.email, Yorkshire.life… Sin embargo, la joya de la corona sin duda era Yorkshire.com.
Cuando un dominio tan icónico sale al mercado, siempre causa revuelo. Desde empresas de viajes y turismo hasta casas editoriales, el interés por este nombre excepcional fue elevado: antes siquiera de abrirse la subasta, la oferta sobre la mesa ya era de 20.000 libras.
El importe final no se ha divulgado, algo por otro lado habitual en este mundo. Las razones para mantener en secreto esta información son múltiples: desde ocultar los movimientos a la competencia hasta evitar que otros titulares de dominios sepan cuánto está dispuesta a gastar una empresa en este tipo de activo de cara al futuro.
El rico mercado secundario de nombres de dominio
Cuando se habla del precio de un dominio, la mayoría de la gente piensa en un importe que no supera los 50 euros. Pero la realidad es que, en el mercado secundario (cuando alguien compra un dominio genérico no directamente de una empresa registradora, sino de otra persona o entidad que ya tiene la titularidad), el precio medio de un dominio es de miles de euros.
En abril, además de Yorkshire.com, se vendió el dominio Print.app por 15.000 euros. En marzo, Exports.com alcanzó 60.000 dólares y, aún más espectacular, según se ha publicado, Philadelphia.finance superó el importe del dominio no .com más caro de la historia, con la astronómica cifra de 16,5 millones de dólares.
Estas son solo las ventas anunciadas públicamente en portales como dnjournal.com. De manera oficiosa, es sabido que los principales corredores de dominios han cerrado tratos aún más grandes bajo acuerdo de confidencialidad.
¿Locura? La realidad es que la economía se ha vuelto digital. En el sector financiero, por ejemplo, el 90 % de quienes piden préstamos e hipotecas comienzan su búsqueda en Internet. En este sentido, un dominio como Philadelphia.finance —que combina el nombre de una capital financiera con una extensión distintiva— puede suponer una gran oportunidad para la empresa propietaria, ya que le permite controlar en Internet el discurso, la marca y los productos de su sector en las áreas más influyentes.
A este respecto, Ryan Etheridge, director de la casa de subastas online Valencia, declaró: «El valor de estos dominios es tan notable que es casi inconmensurable». Una afirmación taxativa, pero justa.
En 2021, mientras la crisis desencadenada por la covid-19 seguía planteando una serie de retos a las personas y los negocios de todo el mundo, el tremendo impulso a la transformación digital llevó al sector de los dominios a continuar avanzando, adoptando nuevas tendencias y abriendo la puerta a nuevas aplicaciones.
Con los tokens no fungibles (NFT) batiendo récords de ventas, las criptomonedas consolidándose en cotas impensables y las acciones relativas a los memes oscilando en los mercados, la conclusión es simple: lo digital arrasa y domina cada vez más aspectos de la vida.
Una tendencia imparable
A pesar de encadenar dos años de crecimiento sólido, la actividad de venta de dominios sigue en plena ebullición. Efectivamente, 2021 fue un año explosivo:
- Christmas.com: Fue adquirido por más de 3 millones de dólares por Gordon Companies, una empresa neoyorquina que vende artículos navideños al por menor y al por mayor.
- Angel.com: Se vendió por 2 millones de dólares a la plataforma de crowdfunding Angel Studios, especializada en series y películas.
- Exodus.com: Los inversores en criptomonedas no dejan de comprar dominios; por este, que coincide con el nombre de una billetera de bitcoin y otras criptomonedas, pagaron 1.945.000 de dólares.
- Meme.com: En vista del gran auge de los NFT y de que muchas criptoempresas tienen grandes presupuestos, Mattias Tyrbeg compró Meme.com por 1.250.000 dólares. La idea era crear un portal donde la gente explore tendencias en Internet y, a la vez, los creadores de contenido puedan generar NFT y obtener beneficios de sus creaciones.
- eBike.com: El gran fabricante Bosch compró este nombre de dominio por 1.008.900 dólares.
Este 2022 también comenzó fuerte con la venta del dominio Unlock.com por 1.228.200 dólares. De hecho, la tendencia no afloja y, entre el 11 de marzo y el 24 de abril, vimos otra compra de siete cifras: Gems.com que, con un millón y medio de dólares, ocupa el segundo puesto de las transacciones públicas este año. Así como otras cuatro de seis cifras, incluida la mayor venta de ccTLD registrada en 2022: Termin.de (‘reunión’ en alemán) por 150.000 euros.
¿Cuál es la motivación detrás de estos precios?
En octubre de 2021, Tyrbeg afirmó: «Simplemente me pregunté si el dominio sería rentable a largo plazo. En nuestro caso, podemos rentabilizar nuestra inversión con bastante rapidez».
La clave, en su opinión, es plantearse una pregunta muy simple: si lo compro a este precio, ¿mi valor total aumentará más de lo que cuesta?
Este emprendedor en serie cree que muchas empresas subestiman el valor de tener un nombre de dominio realmente bueno. Insiste, por ejemplo, en que: «Se están invirtiendo grandes sumas en arte digital, sumas muy superiores a las que nosotros pagamos por Meme.com, pero la mayoría de las veces se olvidan del dominio. Si pienso: criptoarte versus dominios, ¿cuál creo que rendirá más? Lo más probable es que el dominio aumente más su valor. Aunque el criptoarte pueda valer más hoy, lleva poco en el mercado y otra cosa puede ocupar su lugar. Pero ya vemos que el valor de un buen dominio solo aumenta con el tiempo».
Ya que sirven tanto de bien inmueble virtual como de marca corporativa, los nombres de dominio son uno de los activos empresariales más valiosos de la era digital. En concreto, los dominios .com, cortos, fáciles de recordar y de una sola palabra son algunos de los más preciados.
¿Cuánto vale tu nombre de dominio?
Viendo estas cifras, muchas empresas se preguntan cuánto vale su nombre de dominio. De hecho, los nombres de dominio pueden llegar a tener un valor incalculable para las marcas, por lo que resulta interesante llevar a cabo una tasación de dominios, que nos permite identificar qué dominos son realmente relevantes y cuáles secundarios, ayudándonos a definir la estrategia de protección de marca óptima.
Pero, si estás pensando en comprar un nombre de dominio registrado por un tercero, te recomendamos hablar con un asesor especializado que pueda garantizar que la transacción se realiza de forma legítima y segura. Además de calcular el valor de mercado objectivo del dominio para ofrecer un precio de compra razonable.
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Los dominios se han ido revalorizando con el tiempo y lo más probable es que sigan haciéndolo, ya que la oferta es limitada. No esperes más: ponte en contacto para más información.