En el competitivo mundo de los negocios, el llamado secuestro inverso de nombres de dominio es una técnica que levanta polémica. ¿Sabes en qué consiste y cómo puede afectar a tu empresa?
Desde 1999, las empresas disponen de un mecanismo rápido para recuperar los nombres de dominio que vulneran sus derechos de marca: es la llamada Política uniforme de solución de controversias en materia de nombres de dominio (UDRP), establecida por la Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet (ICANN).
Este reglamento está ideado para combatir a los ciberocupas y los secuestradores de dominios de una forma más eficiente y confidencial que por la vía judicial tradicional.
Sin embargo, al amparo de esta norma, algunas marcas intentan impugnar dominios a los que no tienen derecho presentando afirmaciones infundadas, una táctica de presión que los expertos han denominado «secuestro de nombre de dominio a la inversa».
En este artículo te explicamos en qué consiste esta práctica, sus consecuencias y cómo proteger a tu organización.
¿Qué es el secuestro inverso de dominios?
El secuestro inverso de dominios o reverse domain name hijacking es la forma inversa de la ciberocupación.
La ciberocupación consiste básicamente en registrar un dominio con el nombre de una marca e intentar venderlo para obtener beneficio (por ejemplo, comprar MicrosoftSoftware.com con la intención de vendérselo a Microsoft).
Otro ciberataque en esta línea es el secuestro de un dominio —en que se roba un nombre de dominio mediante el acceso no autorizado a la cuenta de administración— o de DNS —en el que se cambia el servidor de un dominio también mediante un acceso no autorizado— para vendérselo a su legítimo titular.
En cambio, se produce un secuestro inverso de nombre de dominio cuando el (supuesto) titular de una marca exige al titular de un dominio que se lo ceda gratuitamente argumentando que está infringiendo su marca comercial.
Sin embargo, que una persona sea titular de una marca idéntica o similar a un nombre de dominio no significa necesariamente que tenga derecho a ese nombre de dominio.
Para obtenerlo, una marca debe poder demostrar, entre otros, que el titular del nombre de dominio en disputa carece de derechos o intereses legítimos respecto al dominio y que lo registró y lo utiliza de «mala fe».
En este sentido, cuando una marca presenta alegaciones falsas de ciberocupación para intentar hacerse con un nombre de dominio, se considera una forma de intimación u hostigamiento y comete un intento de secuestro inverso.
Diversos demandantes poco informados o sin escrúpulos han puesto en práctica esta estrategia desde el inicio de la UDRP. En 2019, por ejemplo, News Group Newspapers fue declarado culpable de reverse domain name hijacking: ofreció 600.000 dólares por el nombre TheSun.com y, cuando su oferta fue rechazada, presentó una demanda UDRP abusiva en un intento por apoderarse de él sin compensación alguna.
Precios de escándalo y ciberataques: los motivos por los que se aplica esta técnica
Hay dos razones principales por las que una marca puede adoptar este tipo de acción agresiva para adquirir un nombre de dominio en Internet.
Por un lado, algunas marcas acuden a esta estrategia para recuperar un dominio sin pagar los precios astronómicos del mercado secundario, que en algunos casos rozan lo abusivo (a menudo sucede, por ejemplo, que el transmitente, al conocer la identidad del adquirente, fija un precio desorbitado).
Hoy en día, el importe medio de un dominio genérico en uso es de miles de euros y, en el caso de los más codiciados, se alcanzan cifras millonarias. En España, solo la primera quincena del pasado diciembre, se vendió el dominio myticket.es por 8.000 dólares, inmueble.es por 7000 euros o cerrajeros.es por 4.280 dólares.
Por otro lado, muchas empresas utilizan esta técnica para prevenir potenciales ciberataques con dominios ocupados que no tienen contenido, que tienen contenido sospechoso pero no perjudicial o que tenían contenido fraudulento que han desactivado. La intención es evitar por adelantado la reactivación o los cambios que puedan perjudicarles o dañar su reputación online.
Una estrategia que también implica riesgos
En todo caso, el secuestro inverso de nombres de dominio infringe las normas de la política UDRP, que establecen que no se puede utilizar el proceso para acosar al titular de un dominio y obtener dicho nombre indebidamente.
Por tanto, las organizaciones y los titulares legítimos de marcas deben informarse bien sobre el proceso de resolución de conflictos para no incurrir en esta práctica. Si bien una resolución en contra por reverse domain name hijacking no conlleva una sanción económica, sí queda registrada públicamente y se toma en consideración en posibles reclamaciones futuras.
Además, en casos de abuso de la política UDRP, el panel de arbitraje suele hacer declaraciones bastante brutales, lo cual puede dar lugar a grandes titulares que dañen la reputación de la marca demandante.
Por otra parte, dado que la ciberocupación va en aumento, las organizaciones, y en particular las pymes, deben saber cómo evitar que alguien utilice esta técnica en su contra.
El reverse domain name hijacking es potencialmente muy dañino, ya que impide el acceso del titular legítimo de un nombre de dominio al mercado, al margen de generarle gastos de abogados y no permitirle vender o transferir el dominio durante el transcurso del procedimiento.
¿Cómo afrontar un secuestro inverso de dominio?
Para ganar una disputa, la marca querellante debe ser capaz de demostrar con éxito los tres puntos siguientes:
- El nombre de dominio en cuestión es idéntico a una marca registrada del querellante o bien puede confundirse con esta.
- El titular del dominio no tiene derecho o interés legítimo sobre el nombre de dominio (ante lo cual, el titular puede alegar que registró el dominio por un motivo comercial o personal legítimo).
- El nombre de dominio se ha registrado o se utiliza de «mala fe» o con malas intenciones.
Si uno de tus dominios es objeto de una UDRP y crees que carece de fundamento, habla con un bufete especializado en registro de marcas y nombres de dominio. Puede ayudarte a gestionar la disputa y, posiblemente, ganar una resolución por secuestro inverso de nombre de dominio.
Concretamente, hay más probabilidades de conseguir una resolución de reverse domain name hijacking si el dominio carece de contenido o en el caso de una marca compuesta por palabras genéricas.
Un ejemplo reciente de esto es el de la revista Emprendedores S. L., que presentó una demanda de ciberocupación contra Emprendedores.com, un dominio propiedad de Rafel Mayol, quien lo adquirió por 45.000 dólares en 2019 y abrió una web donde se promocionan cursos en línea sobre creación de empresas.
En octubre de 2022, un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual declaró la falta de legitimación activa del demandante y dio la razón al demandado en las cuestiones de derechos o intereses legítimos y registro y uso de mala fe.
Mecanismos para impugnar dominios y proteger tu marca
En Ubilibet somos especialistas en todos los procedimientos de impugnación de dominios existentes: UDRP, URS y los procesos de resolución de conflictos entre marcas y dominios de cualquier país del mundo. Para evitar una resolución de reverse domain name hijacking en una batalla contra un ciberocupa, recomendamos lo siguiente a los titulares de marcas:
- Comprobar que su marca o derechos son anteriores al registro del dominio o a su adquisición. Para poder alegar «mala fe», también es necesario documentar cómo se conocía la marca en el momento en que se registró o se compró el dominio.
- Presentar todos los hechos. Si el demandado intentó venderos el nombre de dominio por una suma poco razonable, conviene hacerlo saber durante el proceso.
- Fundamentar las alegaciones. Hay que aportar pruebas que corroboren cualquier abuso. Un servicio de vigilancia de dominios sospechosos ayuda a identificar el texto y los elementos visuales (logos, imágenes, diseño, etc.) que suponen un abuso de marca, además de controlar la zona DNS para detectar una posible configuración para llevar a cabo ciberataques.
Si tu organización desea obtener un nombre de dominio, pero no tiene un mejor derecho que el registrante actual, en Ubilibet podemos hacernos cargo de la negociación de compraventa. Nos pondremos en contacto con el propietario del dominio y procuraremos el importe más ventajoso, si es necesario, ocultando tu identidad, incluso tras haber realizado la transacción.
También gestionamos registros protegidos o backorders: controlamos la expiración del dominio que quieres conseguir para adquirirlo al mejor precio, antes de que se adelante un tercero.
Igualmente, ofrecemos diversas soluciones de bloqueo de dominios como medida preventiva de protección de marca para evitar que terceros registren u ocupen dominios con tu nombre.
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